Adela Úcar y sus 21 días vendiendo humo

La crisis está provocando una salida masiva de españoles al extranjero. La desesperación y la no información provocan que muchas personas opten por recoger todos sus enseres y utilizar el poco dinero que les queda para probar suerte en algún país y empezar una nueva vida. Anoche el programa 21 días buscando trabajo en el extranjero nos mostraba una realidad negra sobre los españoles que en un último intento de absoluta desesperación se marchan a Noruega pensando que es un paraíso y un país de oportunidades.

Un sentimiento de indignación y pero sobre todo pena se apoderó de mí al comprobar la desinformación con la que se trasladan esa gente. ¿Quién ha engañado de una forma tan cruel y miserable a todas esas personas? ¿Quién les ha aconsejado marcharse a Noruega? ¿Qué esperan conseguir en un país sin hablar noruego y sin tener idea de inglés? La calidad de vida en Noruega es maravillosa si eres noruego y hablas noruego.He vivido en dos países de habla inglesa por voluntad y no por imposición, y la sensación que me provoca es de indignación cuando veo esos tipos de reportajes. La gente se cree que cuando aterrizas, el gobierno del país al que trasladas te entrega un sobre con dinero para que vayas tirando; te ofrecen un catálogo con casas preciosas en las que vivir; por tu cara bonita consigues un trabajo cualificado y bien pagado, y al abrir la puerta de casa tienes a un grupo de amigos esperándote con un pastel de bienvenida. Un poco de cordura y sensatez. Las cosas no son fáciles y a nadie le regalan nada. Esfuerzo, trabajo, constancia y suerte. Si por causa mayor tienes que emigrar lo más importantes es informarte y saber dónde te trasladas.

Voy a obviar de comentar lo que pienso de Adela Ucar porque lo que escribiría sobre ella es denunciable. La «reportera» dice perlas como «cuatro años de carrera, dos años de máster, experiencia laboral y tres idiomas y en Noruega si consiguiera trabajo sería como máximo en un restaurante», «existen dos Noruegas, la de los noruegos y la de los inmigrantes» y otras más que ahora no recuerdo. Le faltó decir «en cuanto llegue a Madrid voy a hacerme la manicura, mira cómo tengo las uñas». ¿En qué mundos de yupis ha crecido y vivido esta chica? ¿Qué realidad social tiene a su alrededor? ¿Cómo ha contratado Cuatro a esta chica sin bagaje cultural, empatía con las personas, alejada de la realidad para realizar este tipo de reportajes? ¿Quién es su padre o quién es su pareja?

El programa 21 días es una mentira. Es un programa que vende humo. No he visto un reportaje que indague sobre el tema a tratar, que me enseñe nada sorprendente, que me muestre el sufrimiento o la alegría de lo que se está hablando, la implicación sentimental y profesional de la «reportera» es inexistente. Si le pinchas no le sale sangre. Es impermeable a todo. ¿Practica delante del espejo esa cara de pena por estreñimiento? Son reportajes planos al igual que el encefalograma de la «reportera». Las reflexiones de Adela Úcar son de risa. Es preferible pensar que se trata de un programa de risoterapia, sino pierdes los nervios.